Lección 1, Tema 1
En Progreso

1.1 Detecta la principal causa de lesión.

Gracias al microscopio óptico y los últimos estudios realizados se ha descubierto que la causa de lesión no es la postura forzada ni los movimientos repetitivos, es el aumento de TONO MUSCULAR, es decir, que tocas con una contracción excesiva de fibras musculares. Te lo explico. Si por ejemplo, un músculo tiene 50.000 fibras musculares, ¿Qué cantidad de fibras en contracción necesitas para hacer un movimiento de precisión? ¿y de fuerza máxima? ¿y para un golpe seco? no serán las mismas, ¿verdad?. Cada movimiento requiere de una cantidad distinta, es lógico. Aunque, cuando nos falta conciencia corporal y nunca nos hemos parado a sentir estas sensaciones y propiedades del músculo FUERA del instrumento, cuesta distinguirlo y se acaban por contraer más de las necesarias.

Entonces, si para hacer cualquier movimiento se reclutan más o menos, la misma cantidad de fibras y no hay suficiente conciencia de qué cantidad de fibras son las necesarias para realizar ese movimiento, el músculo se satura por exceso de trabajo y de tono.

Además, sentir que hay que trabajar con un número determinado de ellas y no más, hará que se realice un movimiento mucho más armónico, detallado y controlado.  Y por supuesto, te evitará lesiones por una sobre solicitación de las fibras musculares.

Eres consciente en qué partes de tu cuerpo tienes ese exceso de tono?

Pues es lo primero que debemos mirar.

En primer lugar, comentarte que tu cerebro tienen una misión: pensar.

Tu cuerpo tiene otra: sentir.

Si le das más importancia al pensar que al sentir, te identificas con lo que piensas, dando el resultado de una creencia falta: soy lo que pienso.  Y eso no es así, y muchísimo menos en un arte como el de la música, el de crear y transmitir emociones. Debes estar conectado con tus emociones, con tus sensaciones, con tus sentimientos y dejar de identificarte con tus pensamientos. Sobre todo, en el momento de la interpretación, debes estar conectado con tu cuerpo.

¿Cómo sabes si lo estás o no?

Sencillo. Te identificas como persona con lo que crees, con lo piensas, con tus elecciones racionales siempre? o Dejas espacio para escucharte, sentir tus emociones, y dejar que pasen sin analizarlas?

No es tan sencillo estar en un cuerpo constantemente que siente al 100%, aunque sí puedo darte las pautas para identificar si estás más en mente o en cuerpo. La mente es aquello que tu piensas sobre tí del resultado de lo que piensas y lo que sientes, dándolo más peso a lo que piensas te identificas con ello. Si sólo le das importancia a los que sientes, te dejarías llevar por los impulsos…tampoco es el punto de equilibrio que necesitamos.

Para la música y para dejar de excederte con el tono inadecuado has de sentir. ¿Cómo? Escuchando con los ojos tu cuerpo y viéndote con los oídos. Te lo explico: cuando algo no suena bien es que tú no estás bien.

Deja que la música vibre a través de ti. Mira dónde está la parte de tu cuerpo que ha entrado en tensión, la zona que no se mueve, la zona rígida, esa zona, por lejos que se sitúe de tus manos o boca, crea tensión que se transmite a través de las cadenas musculares y altera tu ejecución.

Así que vamos a desarrollar unos apartados para liberar tu cuerpo, para que lo sientas.